Juan Carlos P. C. ha podido abandonar la cárcel y empezar a recobrar la normalidad en su vida, junto a su mujer e hijo dejando atrás un capítulo negro en el que su adicción a las drogas le condujeron por el camino del delito. Un indulto del Gobierno le ha dado la libertad a este joven, al que la Audiencia de Málaga se negó a reducirle la pena sin aplicarle una modificación del Código Penal que le favorecía y que le hubiera librado de pisar de la cárcel cuando ya estaba rehabilitado y tenía un trabajo.
El joven ingresó en enero de este año en prisión por un delito de tráfico de drogas cometido en 2007 por el que la Audiencia de Málaga le condenó en julio de 2009 a seis años de cárcel. En concreto fue detenido llevando en su coche un paquete con 198 gramos de cocaína que le había entregado otro hombre en un aparcamiento de un hotel de Torremolinos y que iba a distribuir. El Tribunal Supremo confirmó después la sentencia condenatoria.
En medio del proceso judicial se produjo una modificación del Codigo Penal que redujo las penas en los delitos de tráfico de drogas, lo que obligó a los tribunales a revisar con carácter retroactivo las sentencias ya impuestas para que pudieran beneficiarse del cambio legal.
Era el caso de Juan Carlos. Sus abogados, los prestigiosos penalistas Manuel Huertas y Francisco Floria, solicitaron a la Sección 2ª de la Audiencia de Málaga la revisión de la sentencia y una reducción de la pena de seis años que le impuso. Para ello los letrados alegaron, además de que la condena se había producido bajo la vigencia de un texto ya derogado, la buena disposición del joven, que ingresó voluntariamente en prisión cuando fue requerid, y sus especiales circunstancias personales: llevaba una vida normalizada, alejada de la delincuencia, completamente rehabilitado de su toxicomanía, conviviendo con su mujer y su hijo de 12 años. Además expusieron que el procesado tenía trabajo en la construcción y que «su ingreso en prisión suponía una importante merma económica para la familia» porque su mujer estaba en desempleo.
Un millar de firmas
Además recordaba que el joven estaba cursando estudios de secundaria cuando fue llamado para ingresar en prisión. Además aportaron cerca de un millar de firmas de apoyo de los vecinos de Juan Carlos, entre ellas las de las asociaciones de vecinos y de los clubes deportivos de Puerto de la Torre, donde tiene su domicilio.
Estas alegaciones, sin embargo, no fueron tenidas en cuenta por la Sección 2ª de la Audiencia que se negó a reducir la pena impuesta al joven, al entender que lo que pretendían sus abogados era un nuevo enjuiciamiento. «Solo queríamos una reducción de la pena, porque era una absoluta contradicción y un agravio no aplicarle el Código Penal más favorable a nuestro cliente y en cambio sí aplicárselo al otro hombre que cometió el delito con él, simplemente porque el tribunal lo juzgó más tarde porque había estado ilocalizable», explica Huertas.
La negativa de la Audiencia de Málaga a revisar la sentencia ha sido corregida por el Gobierno, que el pasado día 5 atendió la petición de sus abogados y acordó conceder el indulto parcial a Juan Carlos P. C., rebajándole la condena de seis años a dos años de cárcel. Para esa fecha, el joven ya llevaba diez meses en prisión. Dado que, además, no tiene antecedentes penales, se le concedió la suspensión condicional de la pena, por lo que Juan Carlos ha sido puesto ya en libertad.